En octubre Andalucía propagaba la confusión al decir que «no se ponderaba nada», ya que ponderar competencias específicas o criterios de evaluación, era contrario a la LOMLOE y al concepto de perfil de salida. Y esto lo decía Andalucía, que llevaba años en la línea de ponderar todos los criterios de evaluación.
A medida que se han ido realizando «formaciones» LOMLOE en las diversas autonomías, el caos es creciente. Si el desarrollo nacional de la LOMLOE dejaba mucho que desear, a nivel autonómico ha sido un despropósito como el de Aragón, cuando no un desastre, como ha pasado en C.Valenciana.
Estos tweets resume el sentimiento generalizado del profesorado:
Porque se había vendido la idea de que el profesorado «no entendía» la LOMLOE, que era reacio a los cambios, que le faltaba «formación», que no sabía trabajar y evaluar por competencias…
Y claro…llegaron las formaciones autonómicas sobre la LOMLOE, que consisten en gran medida en que la normativa no concreta nada, presenta unas competencias específicas abstractas que mezclan conocer conceptos con ser capaz de salvar el mundo… y el profesorado queda expuesto a las «ocurrencias» del ponente de turno. En estas formaciones te puede tocar un happy-docente encantado de conocerse a sí mismo y que probablemente quiera que acabes cantando y bailando el «pajaritos» de M. Jesús, o un inspector adicto a las excel (y posiblemente con alergia a las aulas). Sinceramente no sé qué es peor.
Aquí tenemos en el vídeo la explicación de un inspector de Castilla La Mancha (minuto 45):
Un docente de Castilla y León comparte su hoja de cálculo:

En Cantabria se simplifica la propuesta para desembocar en lo de siempre, la mayoría de la nota procede de exámenes…

Observamos una vez más, el caos de jerga pedagógica, unos denominan a los exámenes «actividades de evaluación», otros diferencian técnicas, instrumentos…