Ayer fue un día muy especial, por una parte me nombraban Jefe de estudios en mi IES (1200 alumnos y 83 profesores). La verdad es que nunca he querido ser Jefe de Estudios y siempre he rechazado todo tipo de cargos directivos. Pero por otra parte cada vez tenemos más alumnos, más responsabilidades y menos profesores en los centros, por lo que es imprescindible mejorar la organización. Por este motivo acepté ser Jefe de Estudios hasta el 30 de junio, para intentar mejorar la burocracia y facilitar a los profesores centrarse en los alumnos.
Por otra parte, ayer Expansión publicaba mi opinión sobre la reforma educativa y la Economía.
En primer lugar espero que no se malinterprete, no tengo nada en contra de la Literatura Universal, de hecho puede ser que hasta disfrutara más dando clases de esta materia. Simplemente no estoy de acuerdo con el cambio concreto de Economía (pasa a ser optativa) por Literatura Universal (pasa a ser de modalidad) para los alumnos que van a estudiar carreras de Ciencias Sociales.
Escribí este artículo porque no me gustaba la situación de la Economía en la LOMCE, pero me gustaba todavía menos los argumentos que únicamente se basaban en defender horas lectivas de la materia para evitar despidos o traslados laborales. Defiendo la Economía porque creo que es necesaria en la formación de nuestros jóvenes, pero si renunciando a ella obtuviéramos el nivel educativo, económico y social de Finlandia, estaría encantado de renunciar a mi trabajo y a mi condición de funcionario. Si España sigue en esta tendencia, en pocos años será mejor ser un parado finlandés que un profesor de secundaria español.