Testimonio opositores aprobados con plaza

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Todos los años nos gusta compartir el testimonio de algunos de nuestros opositores que han obtenido plaza. En este caso, queremos compartir el caso de una opositora que con mucho trabajo ha logrado la plaza este 2023 en Andalucía en la especialidad de ADE. En él, Ana nos regala muchos valiosos consejos tras su experiencia. Entre otros, vemos la importancia de aislarse de las redes y el ruido y prepararse a conciencia y con tiempo, especialmente el duro examen práctico.

Nosotros seguimos trabajando y actualizando materiales, como todos los años, de cara a las próximas convocatorias de 2024 y 2025. Nuestros opositores ya han recibido 3 entregas actualizadas. Si estás interesado en preparar alguna de las especialidades que preparamos, ponte en contacto con nosotros.

a) ¿Cuáles fueron tus tres momentos más bajos de ánimo durante la oposición (se entiende oposición desde la preparación hasta que sale la última lista definitiva de notas)?  ¿Cómo los superaste? 

Comencé a prepararme cuatro años antes de presentarme, sabía que tendría que compaginar mi trabajo (un puesto de responsabilidad en un departamento de administración) con estudiar, hacer el máster y tener vida personal. Llevaba 10 años sin estudiar, solo trabajando, así que el primer año fue muy poco productivo. El segundo me cundió más, sobre todo recuerdo ser altamente productiva en la Navidad que tuve que estar encerrada en casa por dar positivo en Covid. El tercer año hice el máster y pude avanzar muy poco en el estudio de la oposición. El último año me quedé embarazada y mi cansancio creció a la vez que mi motivación. No existían excusas para no estudiar al menos dos horas al día entre semana. Si llegaba a casa de una reunión a las 20:30 con cansancio extremo, con más energía estudiaba porque en parte ese tipo de situaciones eran las que motivaban mi cambio. Pues diré que todo el tiempo de estudio no fue lo más difícil, los tiempos de espera del proceso fue lo que llevé peor. 
Ahora si, respondiendo a la pregunta, los tres momentos más bajos de ánimos durante la oposición fueron:
– El día que pusimos al bebé las vacunas de los dos meses (primeros de mayo). Ya veía el examen cerca y me sentía culpable de perder tiempo de estudio y culpable por no atender al 100% a mi bebé. Aquel día le dio reacción, estaba muy penoso y sólo quería mis brazos. Decidí tomármelo con calma y solo miré el correo donde José Sande me mandaba las correcciones a la didáctica. No tenía ninguna experiencia previa en educación e iba a ciegas. Me vine muy abajo con los comentarios, aquel día me pareció que no sería capaz, superada por la situación personal y sintiéndome poco preparada para elaborar una didáctica realista. Al día siguiente releí las correcciones y no eran para tanto… Así que tocaba levantarse con fuerza y continuar.
– El día que salieron las notas del primer examen. Sabía que estaba en torno a un cinco, pero un 4,99 me hubiera dejado fuera y estaba muy nerviosa. Desde las 7 actualizaba la página de la Junta (ilusa de mí, creyendo que como para mí era un hecho tan importante, para el funcionario de turno también lo sería). Lo hacía cada diez minutos, entré en un bucle de ansiedad grande y dejé de seguir uno de los mejores consejos que daba José Sande «prohibido entrar en RRSS a buscar información». Hasta entonces estaba fuera de cualquier red social, pero encontré el grupo de Facebook y entré a ver qué se cocía: gente nerviosa y todo tipo de rumores que se daban como información oficial. Las notas no salieron hasta las 14:50 y ahí lo vi, un 5,3. Tenía una nueva oportunidad.
– Salieron los puntos de oposición (interinidad, otras carreras…) y desastre total, soy la última de 16 aprobados. Había 11 plazas para mi tribunal. Tras la didáctica, suspenden 3 y mi nota no es mala, me coloco la número 12, y estoy convencida de que me tocaría alguna plaza de minusválidos no repartida. Sin embargo, corrigen los puntos de oposición del compañero que estaba el 13 y me adelanta… Todas mis ilusiones perdidas y la incertidumbre total… Y ahora qué voy a hacer sin plaza, de mi trabajo me iban a despedir ¿me llamarán para trabajar como interina? ¿Dónde será? ¿Y qué voy a hacer con un bebé trotando de pueblo en pueblo y con mi marido lejos? El drama aquel día fue extremo. Ahora me río de la exageración, pero estaba tremendamente cansada y preocupada por mi vida familiar.Pero soy una persona afortunada, y el examen fue tan complicado que hubo tribunales que no completaron sus plazas y finalmente dieron a mi tribunal 13 plazas y ahí estaba yo, con una sonrisa y alguna que otra lágrima para recibirla.

b) ¿Qué crees que fue lo que más valoró el tribunal en…?  
– Temas: cada vez estoy más segura de que me equivoqué escogiendo el tema. Yo llevaba 29 temas muy bien controlados y trabajados. Me tocaron dos que me sabía, las cuentas anuales y las fuentes del derecho del trabajo. Ninguno de los dos eran mis favoritos, y estuve dudando hasta el último momento, pero elegí el de contabilidad, que seguramente es el que hizo la mayoría. Nunca se sabe, pero creo que si hubiera cogido el del derecho del trabajo, hubiera obtenido mayor nota. Puse un esfuerzo especial en ser clara redactando y limpia.
– Práctica: antes del examen creí que llevaba la práctica muy bien, había trabajado mucho. Cuando abrí el examen me encontré que la primera pregunta (la valorada con 6 puntos) tenía preguntas muy concretas y que no sabía hacer bien ninguna de las dos opciones, supongo que me vine abajo, porque yo, que siempre he dado lo mejor de mí en los exámenes, comencé a hacer el práctico de forma errática, olvidé las fórmulas, me equivoqué en ejercicios de IVA que en mi casa había hecho a la perfección… Sin embargo, a pesar del caos que mi cabeza formaba, algo pude hacer y se ve que, por comparación no estuvo nada mal porque el resultado en mi tribunal en el práctico fue catastrófico. Muy pocas personas llegaron a hacer media, y aprobados solo éramos 16 de 80. 
– Didáctica: creo que ensayar la presentación es clave. Una y otra vez, hasta que sea algo que no aburra. Es mejor decir menos (siempre asegurándote de completar todos los puntos de la rúbrica) y bien dicho, que hablar rápido y contar mucho mientras el tribunal piensa en las musarañas.   

c) Consejo a los que decidan opositar.
Comienza cuanto antes. Si es algo que quieres hacer a medio plazo, comienza ya. Evitarás atracones, agobios y tendrás tiempo para asimilar los contenidos con más calma.
Fuerza de voluntad: la motivación es importante, pero lo es más la fuerza de voluntad. Si te lo propones, siempre hay una excusa para no estudiar: dolor de cabeza, eventos importantes, un resfriado… que nada frene tu estudio.
– Convence a tu familia y amigos de que esta es tu decisión adecuada y asegúrate de que te apoyen. En mi caso, con un bebé recién nacido obviamente necesitaba de mucha ayuda familiar y no hubiera podido sin la ayuda de toda mi familia, aunque en especial la de mi marido y mi madre. Pero las tentaciones van a existir aunque no tengas cargas familiares. Todos te dirán “ por un día que no estudies no pasa nada”. ¡Cuidado, es una trampa! Aunque por un día que estudies no pasa nada, cuando te lo dicen constantemente ya no es un día sino muchos, y volvemos a las excusas. Elige lo que de verdad te importa y disfruta esos momentos sin culpabilidades. El resto del tiempo, estudia.
Pon tu mayor esfuerzo en la práctica. Es ahí donde va a estar la dificultad para aprobar el examen. A los tribunales les interesa quedarse con el menor número de gente posible para la didáctica, y solo pueden conseguirlo a través del práctico. Afinando el consejo: repite toda la práctica varias veces y organiza los dos últimos meses para hacer todos los exámenes al menos dos veces (yo solo tuve tiempo de repetir algunos dos veces y estoy convencida de que si los hubiera repetido todos hubiera sacado una nota mucho mejor)
Entrénate para hacer el examen. Cronométrate para el teórico y haz los exámenes prácticos sin mirar las anotaciones. 
Optimiza tu tiempo para el estudio. Recuerdo ir al pueblo de mi padre en el coche a un entierro de un familiar escribiendo un tema en las notas del móvil. Cada momento por tonto que parezca es buen momento para estudiar.
No entréis en RRSS ni en grupos de whatsapp… Nadie sabe nada, todo son rumores y recordad que los que más ruido hacen (más participan en estas cosas) son los que menos estudian y los que seguramente suspenderán.
Mantente optimista. Aléjate de las personas negativas. Recuerdo que un compañero de trabajo me dijera que por mucho esfuerzo que yo estuviera haciendo mis competidores eran recién licenciados a los que sus padres les ponían la comida por delante. Me planteé si tantísimo esfuerzo valía la pena para luego quedarme atrás de esos veinteañeros. Menos mal que no le hice ni caso. 
Prepárate mentalmente para el mes de antes del examen y el tiempo hasta que salen las plazas. Son momentos de nervios constantes donde el carácter cambia, tratas peor a quienes más quieres e incluso somatizas físicamente. Que te pille fuerte (el apoyo familiar es fundamental). Yo no pude porque no tenía un minuto más al día, pero hacer deporte ayuda mucho a la paz mental. Mímate y hazte autorregalos: una ducha larga mientras suena bossa-nova, tu helado favorito antes de acostarte, sueña con lo que harás cuando todo acabe…
– El día del examen desayuna algo que te de energía pero no te siente mal. Mi selección fueron dos plátanos y chocolate negro.
Por muy mal que te haya salido el primer examen, por favor, prepara el segundo. Piensa en las tres personas de mi tribunal que suspendieron, seguramente porque pensaron que no habían aprobado el primero. Hubieran sacado su plaza casi seguro ya que tenían buenos puntos de oposición.

d) Todo lo que te apetezca transmitir. 
Si estáis seguros de que queréis ser profesores, perded el miedo a estudiar, al principio cuesta mucho (yo siempre decía que estaba rompiendo la barrera del conocimiento), pero a medida que avanzas vas viendo todo mucho más claro y lo que al principio te parecía imposible, al final te parecerá fácil. Disfruta de ese proceso, de los logros que tú mismo te irás notando. Comparte con tu familia y amigos curiosidades de lo aprendido. Ilusiónate y visualízate como ganador siempre, eso hará que mantengas tu motivación. Alguien dijo algo así como “mientras más trabajo, más suerte tengo”. ¡¡¡Ánimo, a buscar vuestra suerte!!!

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