Ayer leí «La red social» y vi la película. Creo que es la primera vez que hago el doblete libro-película en el mismo día. Hoy pensaba escribir sobre ello, pero acabo de leer un artículo sobre la educación en Finlandia y quería compartir mis impresiones.
Estos días estamos todos muy orgullosos del éxito de nuestros deportistas…pero no debemos olvidar «partidos» mucho más importantes.
Hace cuatro días, la selección española de futbol sub-17 ganó por goleada a la finlandesa (3-0). La verdadera e importante goleada, la estamos sufriendo en un terreno de juego más importante: las aulas.
Del artículo destacaría:
– Buscan la equidad
“La uniformidad en los resultados de los estudiantes finlandeses es una fortaleza del país. La diferencia entre los mejores y los peores es de las menores de toda la encuesta PISA”, señalan desde el Ministerio de Educación y Cultura finlandés».
– Autonomía
«se apuesta por un sistema comprensivo –no separan a los niños en función de sus capacidades–, las autoridades locales y las escuelas tienen bastante autonomía a la hora de decidir qué y cómo enseñar –aunque hay un currículum nacional común».
– El profesorado = preparación + prestigio
«Ser profesor es una carrera tan demanda, que no todos consiguen acceder a la universidad. Se trata, en definitiva, de una profesión de gran reconocimiento social, como ser médico o abogado, algo que escasea en otras latitudes.»
Es curioso, no hacemos más que poner a caer de un burro a nuestras leyes educativas y a la teoría pedagógica que la sustenta ……..y muchas veces se exponen como causa de fracaso, el que tratan de conseguir los dos primeros aspectos que tú resaltas del modelo finlandes (equidad y comprensividad). ¿Por qué será que en algunos países eso sea considerado positivo y aquí lo consideremos como una de las causas del fracaso?
De todas formas, el último punto es básico…………….el reconocimiento del profesor es para mí, la clave de todo este tema. Y de aquí podríamos entrar en un debate precioso sobre teoría del valor, y si es el mercado a través del precio , el mejor asignador de recursos escasos en un horizonte temporal que no sea el corto plazo…………….¿por qué genera mayor valor añadido el click de un broker en una operación especulativa positiva para sus intereses que un buen docente dando una clase?
Bueno, yo incorporaría también como variable muy significativa a la contienda educativa Finlandia – España y es que en Finlandia hace mucho frío 😉
Es un debate muy interesante el que propones sobre la teoría del valor, y el dilema corto plazo-largo plazo.
Para mí las dos claves de nuestro fallido sistema educativo:
1) Los valores familiares que motivan los sociales.
Los españoles decimos en las encuestas que nos preocupa la educación de nuestros hijos y…tenemos un 30% que no acaba la ESO (y no será porque la ESO sea difícil….).
Algo no encaja. Yo creo que nos preocupa, pero no nos esforzamos, al igual que nos preocupa la salud, pero somos incapaces de dejar malos hábitos.
2) Los valores educativos y el concepto de riesgo.
«Es muy listo, tiene 42 años y 10 carreras…» o «¿Cómo tiene 3 carreras y está de cajero en Carrefour?».
No, no voy a entrar en el berenjenal de definir «inteligencia.». Sólo aportar que a nivel personal uno puede decidir dedicar su tiempo vital a lo que estime oportuno, pero el perfil de medir la inteligencia por el número de títulos o por seguir sólo el camino reglado es del siglo XIX.
Es mucho más fácil seguir una y otra vez el camino curricular: asignaturas, temas, exámenes, títulos…que una vez formado en un campo innovar, emprender, aportar a la sociedad.
La cultura española penaliza al emprendedor que fracasa, en otras es requisito indispensable haber fallado para tener crédito como empresario o directivo.
En España nos parece «arriesgado» que un joven de 18 años invierta sus ahorros en un proyecto emprendedor («y si los pierde….y si el niño no asume el fracaso….) , pero no nos da pánico a esas edades comprarle un coche, que salga de noche, o viaje a otros países exóticos (por ejemplo España está a la cabeza mundial en consumo de cocaína por habitante y eso sí que me parece arriesgado para un joven).
Creo que si no cambiamos nuestros valores sociales, el cambio educativo está muy lejano 🙂
Bueno hoy en una de las horas que tenía de alternativa a la religión (MAE) ha llegado la orientadora con un exámen para poder evaluar las carencias en las técnicas de estudio que tenían estas criaturas. Así, en esa hora se puede sacar a estos estudiantes y darles esas técnicas de estudio. No voy a entrar en que esa practica sea inconstitucional, que lo es. El hecho relevante es que uno de los alumnos me ha preguntado: ¿para qué sirve esto?
En un primer momento le he dado la respuesta que se esperaba del profe. Pero cuándo me ha dicho que esto lo lleva haciendo los cuatro años de la ESO, hemos desembocado justo en este debate.
En este país dedicamos demasiado tiempo a si son galgos o podencos, consumimos para ello interminables horas de reuniones en los departamentos, CCP´s, claustros y otras zarandajas. Pero a lo realmente importante no le dedicamos ni un sólo minuto.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Jose. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? Estas ideas no generan popularidad, no son rentables en votos, no son politicament correctas. Ergo seguiremos siendo un país de aborregados, lamentablemente, sin capacidad crítica, con estudios y títulos, pero sin criterio razonado y sentido común.
Siento la parrafada.
Un saludo cordial.