El peso de las mochilas y la parábola del cristal roto

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Estos días de septiembre con la vuelta al cole somos los protagonistas de la prensa.

Ayer, sobre todo los medios del grupo PRISA,  recogían «Mochila ligera», la nueva iniciativa de Santillana para aliviar la carga del conocimiento de los más pequeños.

Fascinado me ha dejado las nuevas mochilas con sensores de peso y lucecitas que alertan del sobrepeso de la carga.

Año tras año continua el despilfarro económico y ecológico.

El modelo de negocio de la industria editorial tradicional que durante más de 40 años  aportó mucho valor en todos los sentidos, hace ya unos cuantos años que no tiene sentido ni económica, ni ecológica ni didácticamente.

No sólo es una cuestión de libros de texto digitales. Bibliotecas escolares, taquillas, textos propiedad pública en las aulas…Hay muchas maneras de reorganizar con más eficiencia.

La parábola del cristal roto

Cuando esto sale a la luz, es inevitable que surja la demanda de subvenciones y ayudas encubiertas.

El argumento es recurrente: si no se «salva» la industria, se perderán muchos puestos de trabajo y mucha riqueza…

Afortunadamente, hace más de 160 años, un genio llamado Frederic Bastiat nos legó, el mejor y más ácido ensayo existente sobre el coste de oportunidad de «romper cristales», para que pueda ganar dinero el cristalero.

«La parábola cuenta como un niño rompe el cristal de un comercio. Al principio todo el mundo simpatiza con el comerciante pero pronto empiezan a sugerir que el cristal roto beneficia al cristalero, que comprará pan con ese beneficio, beneficiando al panadero, quien comprara zapatos, beneficiando al zapatero, etc. Finalmente la gente llega a la conclusión de que el niño no es culpable devandalismo; sino que ha hecho un favor a la sociedad, creando beneficio para toda la industria.

La falacia de este razonamiento según Bastiat consiste en que se consideran los beneficios del cristal roto, pero se ignoran los costes escondidos; el comerciante está obligado a comprar una ventana nueva, cuando quizás fuera a comprar pan beneficiando al panadero. Al final, mirando el conjunto de la industria, se ha perdido el valor de un cristal, llegando Bastiat a la conclusión de que «la sociedad pierde el valor de los objetos inútilmente destruidos» y que «la destrucción no es beneficio».

La magistral parábola completa

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2 comentarios en “El peso de las mochilas y la parábola del cristal roto

  1. Muy bueno y enormemente instructivo. Lo utilizaré este año. Gracias.

  2. Cuanta razón y cuanto conocimiento aplicado.

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