El caso del Ford Pinto es quizá uno de los más estudiados al abarcar el tema de la Responsabilidad Social Empresarial.
En 1971 Ford lanza el modelo Pinto. Tiene un éxito impresionante en el mercado.
El problema es que se detecta un defecto muy grave de diseño en el tanque de combustible.
Ford realiza un análisis coste-beneficio de las opciones:
A) Arreglar el depósito. 11$ por auto= 137 millones$
B) No arreglar los depósitos y asumir las indemnizaciones por muerte, quemaduras, daños… Estimado 49,5 millones $.
El cálculo de B incluía incluso el envío de ramos de flores a los funerales de las víctimas…
Y…Ford se decantó por la opción B.
Lee Iacocca, el CEO de Ford en esos momentos, explicó el caso en su autobiografía:
«sólo en el primer año se vendieron más de cuatrocientas mil unidades. Esto convirtió al [Ford] Pinto en un exitazo enorme, al nivel de los Falcon y los Mustang….[…]…El Pinto tenía dos defectos. El primero, que el depósito de gasolina estaba ubicado detrás del eje, de forma que si se producía un choque fuerte por la parte trasera existía la posibilidad de que el vehículo se incendiara. No era el único coche que presentaba ese fallo. En aquel entonces todos los automóviles pequeños tenían el depósito de gasolina en la misma ubicación. Y, también, todos los utilitarios sufrían de vez en cuando un aparatoso accidente que acababa con el vehículo envuelto en llamas.»
La historia del Ford Pinto se llevó a la gran pantalla en 1991 Class Action (Acción judicial), abordando el tema de la responsabilidad social y el análisis coste-beneficio empresarial.
En el año 1984 una comedia absurda y desternillante arrasó las taquillas de medio mundo: TOP SECRET
En una de sus escenas, un Ford Pinto roza un tanque y se incendia en el acto. Es curioso que en youtube podamos ver prácticamente todas las escenas de esta película, a excepción de ésta, borrada por exigencias de la Paramount.
Pero podemos ver un incendio real del Ford Pinto en este otro vídeo….