Ayer fue la fiesta de graduación en 2º de bachillerato, imagino que muchos estaréis todavía levantados…
Las entrevistas a Amartya Sen, quizá el Premio Nobel más humano, siempre son interesantes. Esta ha sido aportada por Eduardo David Pérez Moriana al grupo de Facebook de Economía y Educación.
Han transcurrido 20 años desde que Naciones Unidas comenzara a publicar el Índice de Desarrollo Humano (IDH). El indicador, que tiene en cuenta factores como la expectativa de vida y la educación, surgió ante el reconocimiento de que los indicadores macroeconómicos de los países no necesariamente reflejan cómo viven en realidad sus habitantes.
No es la primera vez que hablamos de Xabier Sala i Martin, uno de los mayores especialistas en crecimiento económico y co-autor con Barro del manual de más éxito universitario en este campo. Ambos siempre suenan como candidatos al Nobel cada año.
Ante un auditorio lleno a rebosar y ataviado con una de sus características americanas chillonas, este economista –catedrático de la Columbia University y profesor visitante de la Universitat Pompeu Fabra (UPF)– mostró una fotografía en la que una joven rubia posaba sonriente, rodeada de un grupo de niños africanos en una aldea.
«Mi novia es la blanca», arranca Sala i Martín, que cuenta que la fotografía fue tomada en el primer viaje de esta chica a África, en su visita a una aldea con la que colabora la ONG que fundó el hombre de las americanas refulgentes. «Mi novia hizo todo lo que hacen las chicas blancas, guapas, benevolentes y ricas cuando llegan por primera vez a África: sacarse fotos con los niños».
«La segunda cosa que hizo mi novia –prosigue– fue comprar caramelos. Yo, mientras tanto, estaba en el ayuntamiento. Por supuesto, reparte los caramelos entre los niños. Veinte dólares dan para muchos caramelos. Ella se siente extraordinariamente generosa, compartiendo los caramelos con los niños».
«Justo antes de irse –relata–, decide volver a hacerlo. Y en lugar de veinte dólares en caramelos, gasta cincuenta dólares. Tiene montones de bolsas de caramelos… Pero la cosa cambia respecto a la primera vez. Cuando sale de la tienda, empiezan a surgir niños por todos lados, pegándose entre ellos para ser los primeros de la fila, sangrando. Dos mujeres se acercan a mi novia, tan blanca, tan guapa, tan benevolente y tan rica, y le dicen que la ayudarán. De repente, una de las mujeres agarra una bolsa de caramelos y arranca a correr».
«Y ella, tan benevolente y tan blanca, la persigue hasta llegar a una choza. Cuando la atrapa, la mujer le dice que su hijo está muy enfermo, y que iba a vender la bolsa de caramelos para comprar medicinas. Y mi novia aprende todos los errores».
La de ayer fue una charla sobre errores, una crítica mordaz al ‘buenismo’ que llevaba por título ‘Creixement i cooperació: El Desenvolupament d’Àfrica’. Hubo cifras, gráficos y anécdotas. Hubo ironía y sarcasmo. Aplausos y sanas dosis de humor. Y no hubo moralejas ni moralinas, sino análisis certeros.
¿Qué errores cometió la novia de Xavier Sala i Martín? «En primer lugar, distorsionó la economía del pueblo comprando esas cantidades de caramelos y regalándolos. Luego, provocó que los niños, en lugar de ir al colegio, la siguiesen por todos lados, conscientes de que habría más caramelos. Generó violencia. Generó corrupción. Y nunca preguntó a la gente de ese pueblo qué era lo que necesitaban. Por eso compró caramelos en lugar de medicinas».
«¿Por qué hizo tan mal todo esto? Pues porque el coste de hacerlo mal era cero. ¡No pasa nada! Esta mujer ni se enteró de que lo estaba haciendo mal, y no tenía consecuencias para ella. Y eso es el resumen de lo que hacemos mal cuando hacemos cooperación».
Os ha interesado mucho la polémica de los subsidios de la PAC y el desarrollo de los países pobres, por lo que os doy un par de enlaces para los que quieran ampliar información:
«…leía un libro sobre cómo y en qué gasta su dinero la gente que gana un dólar al día, es decir, el 13% más pobre de la humanidad. Es el ensayo más interesante que he leído en mucho tiempo. Se llama Poor Economics (http://pooreconomics.com/) y sus autores son Abhijit Banerjee y Esther Duflo, dos profesores del Instituto Tecnológico de Massachusetts. El libro -que será publicado en inglés en abril y supongo que pronto será traducido a otros idiomas- es asequible a cualquier lector. Está lleno de sorpresas y va a cambiar nuestra manera de pensar sobre la pobreza y lo que se debe hacer para aliviarla.»
…
Sorprendentemente…¡ no se gastan el dólar entero en comida!
» Pero no es así. Los datos que Banerjee y Duflo recogieron en 18 países revelan que la comida representa entre el 36% y el 79% del consumo de los pobres que viven el campo, y entre el 53% y el 74% de quienes viven en las ciudades. Y por cada 1% de aumento en sus ingresos, solo el 0,67% lo consumen en comida. Y ese aumento no se destina a obtener más calorías, sino calorías que saben mejor»
P. ¿Cómo va su proyecto de ordenador de menos de cien dólares?
R. Aunque en un principio no se pensó así, el 80% de nuestro proyecto se está desarrollando en Latinoamérica. Lo interesante es que ninguno de los países que colaboran están entre los más pobres, que era nuestro objetivo. En África nos está costando más, precisamente porque los Gobiernos son más débiles y no pueden incluirlo entre sus prioridades. En esos casos tenemos que convencer al Banco Mundial y a las organizaciones que colaboran en el proyecto, esto ralentiza mucho el desarrollo. En Perú nos encontramos con el caso contrario. Mucha gente cuestiona que el presidente sea democrático por su firmeza a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, hace mucho por el desarrollo del país. Allí se están repartiendo ordenadores a niños que viven en la selva.
P. Si empezase el proyecto de cero, ¿haría una tableta? ¿Quizá un móvil?
R. Un móvil no, conceptualmente es diferente. Pero sí, si empezásemos ahora sería una tableta por niño. De hecho, en la nueva fase del proyecto estamos haciendo algo así. EL iPad se adelantó y ya las ha popularizado. Para los niños es perfecto porque pueden tocar y aprender.
P. Una de sus preocupaciones también ha sido hacer que la tecnología ayude a los discapacitados. ¿Observa progreso en este campo?
R. Mucho. Las personas que no pueden ver, oír, o moverse libremente en el mundo tienen mejor calidad de vida gracias a los adelantos.
En su intervención en el Global Economic Forum (Madrid), hizo un repaso al estado del proyecto.
Los vídeos están traducidos al castellano, es emocionante verlo explicando cómo los portátiles han cambiado el panorama de los niños de estas naciones desfavorecidas: Ruanda, Uruguay, Afghanistan…
Algunas frases que me han llamado especialmente la atención:
En Afghanistan el 25% de los profesores son analfabetos. El siguiente 25% solo tiene un curso más de formación que a los alumnos a los que enseña.
En Camboya las casas no tenían luz, calefacción, ni teléfono…los portátiles de los alumnos llenaban de luz estas casas. Los portátiles se cargan con manivelas.
En Uruguay, hemos logrado que cada niño (500.000) tenga su portátil.
Si podemos conectar a todos los niños de Gaza con Israel, podemos intentar hacer lo que los adultos han sido incapaces de hacer: que se comuniquen.
El aislamiento es tan malo como la pobreza.
Muchas personas se han enfadado cuando he dicho que los libros en papel desaparecerán en 5 años.
Los países pobres fueron lo que introdujeron el teléfono móvil más rápido, ya que no tenían líneas telefónicas.
Con un dólar a la semana por niño podemos hacerlo todo. Necesitamos instituciones como el Banco Mundial que nos financie. Ahora mismo financia 0 euros. Hay graves problemas burocráticos.
Las compañías de ordenadores (intel, microsoft..) han puesto la resistencia mayor al proyecto. Han sido un factor desestabilizador.
«Los desempleados con más capital humano tienen una mayor probabilidad de pasar al autoempleo», subraya Lorenzo Serrano en el informe número 100 de Capital Humanode mayo de 2009. El investigador destaca que «un mayor nivel educativo significa un incremento del salario» y que «la probabilidad de encontrar un trabajo sin estudios es de -12,1 puntos, mientras que con un título de ESO sube a +6,6 puntos y a +9,8 puntos con Bachillerato».