Vuelve a Alemania Pepe!

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En 1971 Alfredo Landa relataba las peripecias de un emigrante español en Alemania.

Esta semana he leído algo más sobre la demanda de mano de obra alemana:

«Alemania necesita 117.000 técnicos y expertos en matemáticas, informática y ciencias«.

Alemania necesita 117.000 técnicos y expertos en matemáticas, informática y ciencias naturales, según el Instituto de la Economía Alemana, que ha calificado de «alarmante» este agujero laboral. El déficit de este personal cualificado ha aumentado en 21.000 trabajadores sólo el mes pasado, por lo que las autoridades germanas han comenzado a buscar mano de obra en otros países, como España.

Han pasado 40 años y el perfil del emigrante español se ha transformado por completo: licenciado en ciencias y con dominio de idiomas.

Lo negativo de todo este asunto es  que no hemos creado las condiciones necesarias para que estos sacrificados chicos puedan trabajar en nuestro país.

Lo positivo es que en estos 40 años la tecnología ha cambiado el mundo. Las distancias se han acortado, ahora se llega antes (y más barato) de Madrid a Berlín, que antiguamente de Madrid a Coruña. Nuestros jóvenes son cosmopolitas, muchos de ellos ya han visitado antes Alemania como turistas o estudiantes…Bueno…me sigue pareciendo triste que tengan que marcharse…



Google publicdata

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Google es una caja de sorpresas.

Buscando información sobre la tasa de desempleo en España, tecleé en Google  tasa de desempleo

A medida que iba tecleando apareció en el primer término de búsqueda una gráfica:

Google enlaza con el Eurostat (servicio estadístico Europeo) y en dos segundos construyes una gráfica como esta que me interesaba:

Comparación del desempleo en España, Alemania y Francia.

¡Un gran instrumento para la clase!

 

PD: El espejismo español.

Observamos en la gráfica como desde el año 2000 al 2008, tras una época de fuerte crecimiento económico, parecía que por fin convergíamos a las tasas de desempleo europeas. Eran momentos dulces en los que Jesús Caldera, ministro de trabajo, se aventuraba incluso a decir que alcanzaríamos el pleno empleo.

Desgraciadamente, la crisis del 2008 puso sobre la mesa nuestros graves problemas estructurales.