Después de umbral de rentabilidad, pasamos al ejercicio que suele considerarse el más díficil del curso.
Su dificultad radica en:
– No estamos acostumbrados a trabajar con modelos de muchas variables.
– Ver una derivada fuera de la clase de matemáticas nos provoca mareos.
Nunca debemos perder de vista lo que estamos buscando: el número de unidades que me conviene pedir para lograr los menores costes.
…
Siempre me preguntáis…¿por qué tenemos que derivar?
Pues porque existen 2 fuerzas que actúan en sentido contrario:
– Los costes de almacenar (si pido muchas unidades en cada pedido tengo que asumir grandes costes de almacenaje).
– Los costes de pedido (si pido muchas unidades en cada pedido, hago menos pedidos al año y reduzco estos costes).
De esta forma tenemos un curva de Costes Totales que presenta un mínimo. Este mínimo es lo que hallamos con la derivada del coste total.