Mientras comentábamos en clase la la importancia de los factores culturales en la internacionalización empresarial, Cotizalia publicaba esta interesante entrevista a Santiago Parramón, un arquitecto español en China:
«Emprender en China es como emprender en la Luna»
Santiago es de los que piensan que hay que dejar de pensar en España y abrir la mentalidad a invertir en otros países: “Hay que tender a lo glocal, es decir, establecerse en un ámbito local y luego expandirse.
Los arquitectos y muchos empresarios españoles tienen una cultura y una formación importante, pero deben de dejar de pensar en el país y abrir su mentalidad. Tienen que entender que esto se acabó y que no volverá a ser lo que era. La crisis es una oportunidad. Si no la aprovechas al final te conviertes en esa empresa que está condenada al fracaso porque no aplica última tecnología”.
Toda la entrevista es sumamente interesante, en ella explica cómo se internacionalizó y su adaptación a la cultura china:
“Llegar a China es como llegar a la Luna. Es un país completamente desconocido. En el colegio no nos enseñan su cultura, pero ellos sí estudian la nuestra. Los chinos son personas muy humildes, trabajadoras y educadas».
…
Por otra parte, hoy hemos estudiado en clase el dilema de la adaptación local:
– Si la empresa se esfuerza en adaptarse al mercado local, es probable que venda mucho más (su ingreso total en ese país aumentará). Pero el coste de fabricación unitario(al adaptarse) será mayor.
– Si la empresa no adapta específicamente su producción y fabrica a gran escala el mismo producto para todo el mundo, podrá ofrecerlo a un precio mucho más barato (logra economías de escala en la producción=coste por unidad de producto mucho más bajo). Pero sus ventas pueden no ser tan elevadas al no conectar tan bien con el público local.
¿Qué hacer entonces?
Una solución muy practicada es adaptar las actividades más cercanas al cliente (marketing y ventas) y no adaptar las más alejadas (producción). Aunque no existe una regla fija y debe evaluarse cada caso concreto.