Muchas veces pensamos que los cambios tecnológicos afectan únicamente a la telefonía móvil, internet, iPad….
Nada más lejos de la realidad.
Nosotros seguimos trabajando con boli, papel y tiza…nos parecen iguales a los que teníamos en primaria….pero no, su proceso de fabricación, como vimos en un post anterior…no tiene nada que ver.
…
Ayer estuve en una de las dos oficinas de Correos que tenemos en Ponferrada.
Para los que no conozcan nuestra región de El Bierzo, Ponferrada está sobre los 70.000 habitantes, pero su periferia supera los 150.000.
Cuando pregunté cuánto tardaba el envío de una carta a la misma Ponferrada…me contestaron que:
– Todas las cartas emitidas en el norte de España se envían a Oviedo (215 kilómetros) ¿??????????
– Allí una megamáquina (como 50 metros de larga) las clasifica (6.000 en un minuto) y las vuelve a enviar a la oficina de Ponferrada (de vuelta otros 215 kilómetros) o a Madrid o Chile o donde corresponda.
Un largo viaje…de ida y vuelta
Al parecer el precio del engendro está sobre el millón de euros, y es la forma más eficiente económicamente de realizar esta tarea. Supongo que para reconocer tipos de letras tan malos como el mío, usará una tecnología muy avanzada.
Me hablaron de que en la zona norte, las otras máquinas que realizaban este trabajo estaban en Santiago de Compostela, Zaragoza y Madrid.
En Correos.es podemos leer:
«En Correos trabajamos más de 65.000 personas, el 54% hombres y el 46% mujeres, dedicadas a distribuir los más de 5.100 millones de envíos que nuestra empresa gestiona al año.»
Por lo tanto…5.100 millones de sorprendentes viajes…