Internet ha cambiado las reglas de juego.
Antes, se escogían unos pocos productos para llenar las estanterías físicas de las tiendas…ya que el coste del metro cuadrado de una estantería en un local comercial era muy elevado.
Ahora las estanterías virtuales son infinitas, y el coste marginal de añadir un producto más a la venta es prácticamente nulo.